Adentrarse en la Sinagoga de Salomón es viajar en el tiempo. Es conocer cómo vivían las comunidades judías que se asentaron en la Península. Esto es debido a que dicho lugar está ambientado con una decoración propiamente sefardita y la sinagoga está estructurada a la manera de las antiguas casas judías: sala de oración, salón de la academia, librería hebraica, cámara alta y baño litúrgico. En esta última estancia encontraremos una bañera de barro, la cual se piensa que la realizaron los alfareros de la calle Valencia, y un lavabo de mármol romano de época imperial.
Entre su mobiliario sefardita destaca un alfarje policromado con escenas judaicas y una recreación al detalle de códices hebraicos.
Además, en el antiguo pajar podrás encontrar una escenificación de una verdadera casa rural hebrea.
Precio de la entrada
La entrada es de 4 euros.